Durante la segunda semana de septiembre, celebramos una serie de liturgias de formación valórica y cultura cristiana con un significado muy especial. Presididas por el Padre Humberto y el Padre Jorge, estas ceremonias se centraron en la importancia de hacer el bien y vivir una fe que se manifiesta en el servicio al prójimo.

Las liturgias adquirieron una relevancia histórica, ya que se llevaron a cabo solo días después de la canonización de San Carlo Acutis. El pasado 7 de septiembre, el Papa León XIV lo elevó a los altares, convirtiéndolo en un ejemplo de santidad para el mundo entero y, especialmente, para los jóvenes.

La labor de San Carlo Acutis es un poderoso testimonio de cómo el bien puede ser hecho en la vida cotidiana y con las herramientas de hoy. Su incansable trabajo en la evangelización digital y su dedicación a los más necesitados demuestran que la bondad y la fe no tienen fronteras. Su canonización celebra una vida de servicio que inspira a nuestra comunidad a poner la fe en acción.

La participación en estas liturgias refuerza el compromiso de vivir con propósito, siguiendo el ejemplo de San Carlo Acutis y de vivir, con nuestras propias vidas, el llamado a hacer el bien para construir una comunidad más unida y solidaria.

Además, para finalizar cada ceremonia con un toque de identidad nacional y celebración cultural, una pareja de estudiantes por nivel deleitó a los asistentes con bailes de cueca, mostrando su talento y honrando nuestras tradiciones.