La educación técnico profesional ha evolucionado significativamente a lo largo de los años, pero su esencia en los centros educativos piamartinos se mantiene fiel a la visión fundacional de Padre Juan Bautista Piamarta.

Al crear el Instituto Artigianelli, su intención no era formar a «artesanitos», sino a trabajadores técnicos que, con su labor, pudieran ser un aporte fundamental para el desarrollo de su sociedad.

Esta misma filosofía guía hoy la educación técnica en nuestros colegios. La formación está orientada a entregar a los estudiantes las competencias necesarias para desempeñarse en una especialidad que sirva de apoyo a nivel profesional o para emprender por cuenta propia. Así, cada estudiante se convierte en un agente de cambio y un constructor activo del progreso, llevando el legado de Padre Piamarta al presente.